La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud mental como: “…un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva, y puede aportar algo a su comunidad.” La salud mental es una habilidad que se puede cultivar como una plantita que debe ser cuidada con amor, paciencia y esfuerzo. Tal como lo hacen los surfistas que deben entrenarse para cabalgar las olas.
Para cuidar nuestra salud mental, primero debemos desterrar el mito de que hay gente feliz y sin ningún problema. Eso es falso. Todos los seres humanos enfrentamos problemas, nos faltan cosas, personas o habilidades. Segundo esas faltas, esos problemas pueden ser convertidos en los motores de nuestras vidas que nos llevan a superarnos y ser felices, transformando lo negativo en algo positivo. Pensemos en los deportistas paralímpicos.
En esta sección iniciaremos hoy una serie de sugerencias que nos ayuden a mantener nuestro equilibrio, nuestra salud mental. La primera y la más obvia sugerencia: cuando sintamos que un problema nos supera, descontrola, entristece o asusta, conviene compartir ese dolor con otro ser humano, un amigo, un familiar, alguien que nos dé confianza. Si eso nos cuesta, es bueno contarlo a un papel, escribir un diario o escribir una carta a nosotros mismos. Esto nos ayudará a ordenar nuestros pensamientos y distanciarnos del problema. Otras veces esto no basta, entonces, es bueno pedir ayuda a un profesional de salud mental.
Finalmente, quiero invitarles a continuar leyendo nuestros artículos, relacionar las actividades de la Junta de Vecinos con la salud mental y preguntar sobre sus inquietudes psicológicas en nuestra página en internet.
Fernando Ramírez
Psicólogo